JUAN GIL cumple cien años

Juan Gil es una de esas bodegas a las que tengo cariño, porque hacen vinos pensando en quien se los bebe. Son vinos muy gustosos, que hacen sencillo el encontrar el momento para bebértelos y eso, en este laberinto de vinos para catar, de verdad que se agradece.

 

Originarios de Jumilla (si ojéais su web veréis que se han extendido por toda España), aquí suelen mezclar la uva reina de sus viñedos, la monastrell, con otras de las llamadas "foráneas", como la  syrah o la cabernet sauvignon.  

Acaban de cumplir nada menos que cien años elaborando vino jumillano y, como son unos disfrutones, han hecho un vino conmemorativo para tomártelo ya pero que, con una crianza en roble de casi dos años, puedes también guardar en tu bodega.

Para redondear su centenario, se han liado la manta a la cabeza y convocan un concurso para ponerle música al corto que han hecho para la ocasión. Así que si te gusta componer, el premio son 50.000 euros. Yo estoy por darle al vocoder, no te digo más.

Si te interesa, ojea aquí las bases.

 

Mis apuntes: 

Tinto Juan Gil 100 Aniversario 2013. Destaco de él su franqueza, es un vino sin ambages, que te da lo que tiene desde el primer momento. ¿Y qué tiene? Aromas muy frutales, mezclados con toques de hierbas aromáticas estilo romero, tomillo... La boca está fenomenal. A pesar de tener una crianza en madera bastante larga y acabar de ver la "luz" está todo ya bastante bien colocado. Podremos jugar a ir encontrando las diferentes variedades de uva que lo integran. Al principio, su 50% de monastrell es la que lleva la batuta, con sus frutas maduras, pero la cabernet y la syrah (25% y 25%) juegan un importantísimo papel, dándole estructura, buen envejecimiento futuro y esas notas de hierbas de monte que ya encontraras en nariz. 

 

Lo que cuesta: 15 euros. Sólo lo podrás comprar online en su web.

 

Su momento:

Me esperaría al menos medio año para tomarlo.

 

Con qué me lo tomo:

Lo utilizaría para uno de mis días "parrilla". Con unas verduras a la brasa y unas chuletillas al sarmiento.

 

La Banda Sonora: 

El lado alegre y lolailo de Señor Chinarro