Valquejigoso V2 2008: Madrid es muy Top

Ay, 15 de mayo, San Isidro... La pradera a rebosar de chulapos y chulapas, de barquilleros y organilleras, de vinagrillos, zarajos y entresijos, de mantas con tortilla y pimientos verdes fritos, de madrileños nacidos en todas partes y en ninguna... Adoro San Isidro y su pradera. Algo tendrá que ver que nací muy cerca del Vicente Calderón, pegadita al Manzanares, porque eso marca de por vida una forma de sentir tu ciudad, algo traumada quizá, pero intensa y vital. O eso pienso yo. 

 

Pues bien, hoy es San Isidro y quiero homenajear a este labrador algo vaguete, que a la sazón es nuestro patrón, como mejor sé, escribiendo sobre un vinazo "de la viña y corte". Elegido por la prestigiosa revista norteamericana The Wine Enthusiast como uno de los 100 mejores vinos del mundo, dentro de su "Selección Bodega" (tiene otra lista de mejores compras) V2 2008 de Valquejigoso es un tinto de armas tomar, un bebé todavía pese a sus 9 años "cosechados" que va a dar muchas alegrías en el futuro. Vale una pasta, esto hay que decirlo, pero a cambio, podrás fardar de estar tomando uno de los únicos 5 vinos españoles y el único de Madrid que han sido seleccionados en el olimpo de los vinos  de bodegas"entusiastas". 

¿Y cómo se llega hasta este Top 100? Primero, la revista elige las 1.000 mejores bodegas a nivel mundial, y de ahí, los 100 mejores vinos. V2 ha conseguido en esta "selección de selecciones", 94 puntos sobre 100, siendo las otras 4 bodegas españolas afortunadas Teso Las Monjas Alabaster 2012 (97 puntos),  Mauro Vendimia Seleccionada 2011 (96 puntos), Dominio de Atauta 2011 La Mala (94 puntos) y Valserrano Gran Reserva 2010 (93 puntos). Todo redwine, señores, parece ser que España sigue siendo mayoritariamente país de tintos para los "yanquis". 

Tinto Valquejigoso V2 2008. Bodegas Valquejigoso. D.O. Vinos de Madrid. Cabernet Sauvignon, petit verdot, tempranillo, cabernet franc y negral.

 

Hacienda Valquejigoso es una preciosa finca pegadita a Méntrida y a la Sierra de Gredos, una zona que está dando últimamente muchas alegrías vinícolas. Propiedad, primero del popular torero y restaurador Félix Colomo (a él le debemos Las Cuevas de Luis Candelas o La Posada de la Villa) y después del Conde de Caralt, era el típico coto de caza "toledano", con su vegetación de dehesa (los quejigos, de los que recibe su nombre la hacienda, son una especie de encinas), sus jabalíes, ciervos, conejos... A finales de los 80 vuelve a manos de la familia Colomo y en el 94 le dan el actual giro vitivinícola con la plantación de las primeras viñas. Ahora, tienen 47 hectáreas de un viñedo muy variado, zonificado en 83 parcelas en las que encontraremos variedades de uva tan diversas como la cabernet sauvignon y la negral en tintas o la viognier y la albillo real entre las blancas. Diversidad que nos muestra un poco de la intencionalidad de esta bodega: sacar el máximo partido a estas tierras, sin atender a nacionalidades, unos suelos originados al tiempo que la sierra de Gredos y con unas características muy parecidas a ésta, ideales para crear vinos bien expresivos. El resultado no se ha hecho esperar. Vinos con personalidad, versátiles, hechos para envejecer, con poderío y casta. V2, un nombre que, por cierto, me encanta, (también soy Dos Uves) es el "pequeño" de la casa, pero en esta cosecha 2008 se ha salido de todos los parámetros. 

Mis apuntes de cata: Con casi dos años y medio de estancia en roble francés, está claro que nos enfrentamos a un tintazo creado para las carreras de fondo. Desde el intenso color, descubrimos un vino de "toma pan y moja", de una gran intensidad, muy profundo. En este momento tanto "árbol" no te deja ver lo que se esconde en este bosque. Vamos, traducido, el que haya sido concebido como un vino de guarda hace que la barrica sea, en este momento, la gran protagonista. Mucho mentol, especias, ahumados, mina de lápiz (todo eso viene del roble) y detrás fruta negra estilo mora de zarza, ciruela, picota y esos toques de hierbas aromáticas frescas que son tan característicos de las uvas cabernet sauvignon bien maduradas, que son precisamente la base de su esqueleto vínico. Dadle tiempo, amigos, dadle tiempo, que tiene unos mimbres estupendos.

Con qué me lo tomo: Estando en San Isidro y más teniendo el origen taurino que tiene, no hay mejor opción que un guiso de rabo de toro. ¡Y qué opción! 

Cuándo me lo tomo: Yo esperaría al menos dos o tres años a abrir esta botella. Pero vamos, que si quieres aguantarlo en tu bodega hasta la década de los 20, estará perfecto.

Cuánto cuesta: El formar parte de un ranking tan suculento, ser pocas botellas y blá blá blá ha hecho que cueste... 90 euros. Había que ponerle un precio. 

La BSO: Una de mis madrileñadas favoritas es este Pichi cantado por la gran Lina Morgan. Porque he de confesaros que adoro los musicales, desde la ópera hasta estos varietés que me dejaban pegada a la tele durante tardes enteras de sábado. En honor a Lina, a la gente del teatro de variedades y a este "pedazo de la tierra en que nací", va este chulazo de pro. Que disfrutéis en la pradera y le déis bien a la bota de vino, que eso sí que tiene arte. ¡Arriba la bota, Abajo la litrona!