Tombú 2019: PRIETO PICUDO EN ROSA

Rosado Tombú 2019. Dominio Dostares. Vino de la Tierra de Castilla y León. 100% Prieto Picudo

 

La prieto picudo es una de esas joyas varietales con las que contamos en España  y a las que en muchas ocasiones no hacemos el caso que se merecen. Es la uva leonesa por excelencia, una de las más bonitas y ancestrales que tenemos y, por desgracia, casi casi "no lo cuenta", ya que estuvo a punto de desaparecer junto con la viticultura de la zona. Por suerte, y gracias al empeño de sus agricultores, se consiguió reflotar la zona, crear su propio sello (DO Tierra de León) y mantener viva esta variedad "prieta" y "picuda", que lo es también morfológicamente hablando. Como curiosidad, la veremos en sus versiones centenarias plantada en los cada vez más difíciles de encontrar vasos rastreros, aunque actualmente, para evitar problemas de hongos y facilitar su vendimia, se planta en espaldera. Además de servir para crear tintos llenos de personalidad, es con la que se han elaborado los claretes leoneses tradicionalmente, esos con los que me pongo fina cada vez que me voy de "barreo" por mi querido Barrio Húmedo. 

Aunque la manera ancestral de elaborar rosados en León es mediante el madreo (una suerte de maceración carbónica en rosado),  Tombú se elabora sin maceración y con un ligero prensado, y además cuenta con una crianza de casi medio año sobre lías (en contacto con sus levaduras). Ésta es la manera que Dominio Dostares, los hermanos leoneses de la berciana Dominio de Tares, han elegido para elaborar su rosado y así evitar amargores y ganar en untuosidad y largura. Fueron de los primeros, hace ya catorce años, en apostar por esta zona y por sus vinos tradicionales, buscando lo que quedaba de viejas viñas de prieto picudo en los alrededores de  Pajares de los Oteros y plantando otras nuevas. Yo les conocí a través de su tinto Cumal, elaborado con viñas centenarias, con el que han conseguido premios y loas; tienen también un vino de"acceso", facilísimo y muy bien hecho, el Estay, y por último este rosado, que recuerdo me sorprendió  y mucho la primera vez que lo caté, en esa cosecha 2006 con la que comenzaron a "dar guerra" en rosa. Me pareció, desde ese primer momento, un rosado distinto a mi memoria de claretes leoneses y también distinto a los rosados de otras zonas, y es que la impronta de la potente y personal prieto picudo marca y mucho. Como dice su director técnico, Rafael Somonte, "es un rosado único. Posee el alma de clásico en su elaboración, tiene el carácter genuino de la variedad prieto picudo y, en sus formas, es sabroso, fresco y super actual”. Un rosado diferente que gusta tanto a cr´ticios como a público, como demuestra que el año pasado consiguió alzarse como el Mejor Vino Rosado de España por los usuarios de la Guía Gourmets de Vinos 2019.

 

Mis apuntes de cata:  Actualizo mi cata para hablar de la 2019. Esta añada es más fresca que las que tengo en mi memoria,  con un punto más de acidez. Tiene un color precioso, vivo, brillante, intenso, que me recuerda a la fresa, casi acereza, con destellos asalmonados. La nariz es tan intensa y plena como se espera de un buen prieto picudo: fruta roja, frutillos del bosque  y un fondo mineral muy característico de esta variedad. En boca es muy fresco, sedoso, con un `punto de acidez algo subido, de fresa ácida y un final muy refrescante. 

Con qué me lo tomaría: Con una ensalada de pasta y salmón ahumado.

Cúando me lo tomaría:  No dejaría pasar este verano/otoño, pero su casi medio año sobre lías le permite durar algo más que otros rosados..

Cuánto cuesta: 9 euros.

La BSO: León Benavente es una banda que me apasiona. Tomaron el nombre de la carretera que une León con la ciudad de Benavente. Y siendo este rosado fiel reflejo de la esencia leonesa, me parece muy apropiado que la banda sonora de esta winemovie lleve su sello.