Cinco Punto Uno 2018: un "blend" europeo muy "trans"

The Bargiela Bienati Winery se estrenan en el mundo del vino con un blanco "raro", diferente, sin límites... un vino "trans". Transfronterizo y transgresor. Y la verdad es que está bien definirlo así, porque aunque el "esqueleto" de este vino es fruto de las viñas de albariño y godello que han plantado en Salvaterra do Miño(Pontevedra)y que véis en la foto, también cuenta con una proporción de treixadura de la zona de Ribeiro y... tantatachán, un toque de uvas sauvignon blanc y chasselas de un pequeño viticultor de Lörach (Alemania). Un vino "trasfronterizo" que no entiende de etiquetas, sin duda. ¿ Y porqué Hernán Bargiela y Nadia, sus mentores, han decidido hacer un blend, perder la "localidad" de su vino? Quizá la razón sea que ellos mismos son un "blend" del Nuevo y Viejo Mundo, argentinos de sangre italiana y española,y que para ellos no hay normas, reglas ni fronteras para pararles a la hora de hacer el vino que tienen en la cabeza. Si su vino necesitaba de un "plus", ¿porqué no dárselo? A mí me cuesta aceptar estas cosas, lo reconozco, porque considero que el alma de un vino nace de la tierra, que su esencia está ligada a un terruño, y romperlo, así porque sí, pues me duele. Pero luego pienso en la cocina "transfronteriza", creativa, en la que se mezclan raíces asiáticas, con castizas, italianas, francesas, con productos y técnicas llegadas de todos los rincones del mundo...¿Qué hubiera pasado si nos hubiéramos ceñido a las raíces, al terruño, en los fogones? Cuántos grandes genios nos hubiéramos perdido, ¿no?...Pero choca.

 

Hernán y Nadia deciden en 2017 volver a la tierra de la bisabuela de Hernán, Filomena, reconvirtiendo la casa familiar en  micro bodega, pero ya habían empezado a recuperar el viñedo 4 años antes, con la ayuda del CSIC y un estudio de nada menos que 50 clones de albariño y una docena de godello. Así, del "blend" final, un 30 % es de albariño y un 10 % de godello procedente de sus viñas en Salvaterra do Miño en Rías Baixas.

¿Y el 60% restante? “Sabíamos que íbamos a plantar albariño y godello, pero queríamos buscar otras variedades que fuesen compatibles con éstas, así que nos lanzamos y recorrimos al menos unos 15.000 kilómetros atravesando buena parte de Francia, Italia, Alemania y Suiza. Hemos probado y analizado una buena cantidad de variedades blancas y nos hemos quedado con el sauvignon blanc y el chasselas de un pequeño viticultor de Lörach, que le aportan estructura y complejidad.” explica Hernán Bargiela.

Así, el 30% es de una treixadura de la comarca de Ribeiro, y un 5% de sauvignon blanc y un 25% de chasselas,ambas provenientes de la región de Lörach en Alemania. 
Las cinco variedades se vinifican por separado y tras estar al menos 10 meses reposando en acero inoxidable, se hace la mezcla final. El vino pasa otros 6 meses en botella. Su producción, 4.000 botellas.

Así queda "desvelada" la razón del nombre de este blanco tan singular: cinco variedades y cinco personas tras este proyecto enológico.

 

Mis apuntes de cata:

Tiene una nariz muy aromática, en la que la godello y la sauvignon blanc marcan personalidad, encontrando mucha fruta blanca como la pera y la manzana. La boca es una curiosa mezcla entre las notas de la albariño y otras más untuosas, con un resultado interesante, muy frutal y equilibrado. Me quedo con la duda de saber cómo hubiera sido si solo hubieran contado con las uvas de sus viñedos. Veremos en "próximas ediciones" hacia dónde dirigen sus pasos estos intrépidos "rompemoldes".

 

Cuándo me lo tomo: Es un buen momento.

Con qué me lo tomo: Pues seamos trasfronterizos y con algún plato de fusión japo-española estaría fenomenal. 

Cuánto cuesta: Sobre los 18 euros

La BSO: Para un vino intrépido, viajero y creado para transgredir, escogería a The Who, con ese Pete Towshend que fue pionero en romper una guitarra en el escenario y que hoy en día son un mito y unos clásicos.