Barón de Ley Rosado Lágrima 2020

Nueva imagen para la añada 2020 del rosado más elegante de Barón de Ley. Elaborado con viñas de garnacha de La Rioja Oriental,principalmente con las que cuentan en Mendavia, unas preciosas viñas en terraza  que pertenecen a su finca Los Almendros, es un vino que representa muy bien a esta uva, una opción maravillosa con un estupendo equilibro acidez-alcohol-fruta.

 

“Quiero transmitir la pureza de la garnacha en su expresión más fresca, haciendo un rosado con mucha tensión y untuosidad”. Así define Pablo Tascón, su enólogo, este vino. Para ello ha seleccionado las garnachas con las que cuenta esta bodega en un terreno en terraza a buena altitud. Las vendimia de manera temprana para compensar el grado alcohólico con la acidez y extrae de ellas sólo el corazón mediante su "sangrado". Un vino de un rosa muy pálido, siguiendo el estilo de los rosados de La Provenza, que como señala Tascón está “ al límite de color, serio en su filosofía y con una gran personalidad”.

 

Mis apuntes: De color rosa muy muy pálido, en nariz esta añada se encamina más hacia notas florales y de fruta roja fresca, es menos goloso que en la anterior añada, en un perfil de mayor frescura y mineralidad.  En boca es fresquísimo, un velo de garnacha frutal con una estupenda acidez que te hace salivar y querer beber más. Elegante, largo y profundo, con un punto de vino más serio que el 2019.

  

Con qué me lo tomo: Perfecto para el terraceo, será también el compañero ideal de un domingo de paella. Por ejemplo, se me antoja perfecto con un arroz negro.

Cuándo me lo tomo: Éste es su momento. 

 Cuánto cuesta: Unos 7,50 euros.

La B.S.O: Como es un rosado "lágrima" hoy apuesto por "Tears for Fears", con un temazo optimista que te anima a coger el coche, ponerles de banda sonora y buscar un lugar para montarte un día de campo donde no falte este buen rosado. 

Qué es un Rosado Lágrima... 

A lo mejor en alguna de las etiquetas de los rosados que habéis bebido últimamente habéis leído "rosado lágrima" y no sabéis exactamente a qué se refiere, qué características lo definen o lo diferencian de un rosado "a secas".

Pues bien, la categoría "lágrima" o "de sangrado" define a aquellos rosados cuyo mosto se consigue sin prensar. Es decir, una vez despalillada y estrujada la uva, pasa a un depósito, en el cuál el mosto macera con sus pieles entre 8 y 24 horas, dependiendo del rosado que queramos obtener (a más tiempo macerando por ejemplo, más color, pero también más aromas, más cuerpo...). Una vez transcurrido este tiempo, los hollejos (las pieles) se separan por gravedad. Las pieles quedan en la parte superior del depósito y el mosto, que es más denso y por lo tanto pesa más (por el azúcar que tiene), queda al fondo. Es el momento de abrir el grifo del depósito y dejar que éste "sangre", es decir, que el mosto del rosado vaya cayendo simplemente por gravedad, sin que una prensa actúe para conseguir más mosto. 
A partir de este momento, el rosado "lágrima" se trata como cualquier otro rosado: pasa a fermentarse, sulfitarse, clarificarse, estabilizarse y por último, embotellarse. Es, sin lugar a dudas, el sistema con el que se obtiene una mayor calidad y también es el más caro, ya que al no prensarse, se consigue mucho menos mosto por kilo de uva.